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Las empresas de alquiler de coches, contra la ley de cambio climático de Baleares

La polémica Ley de Cambio Climático de Baleares que pretende prohibir la venta de automóviles con motores de combustión interna a medio plazo y la circulación de vehículos diésel a partir del año 2025, está despertando un gran malestar en las empresas de alquiler de coches en las islas. Una actividad básica para el mantenimiento de la industria turística, tan importante para estas islas.

Esta ley promulgada por el actual gobierno socialista de Baleares, entre otras disposiciones, obliga a las empresas de alquiler a una progresiva compra de vehículos eléctricos en sus flotas y fija unos porcentajes obligatorios de este tipo de vehículos sobre el total de la flota a partir del próximo año y hasta el año 2035. A partir de 2020 esta proporción se fija en el 2%, para ir creciendo anualmente.

La disposición fija a las empresas otro tipo de obligaciones, como la colocación de adhesivos identificadores en estos coches eléctricos o la comunicación a la administración isleña el número total de vehículos en servicio y cuantos de ellos son de cero emisiones. Lo primero obliga a detener los coches un par de días para comprar los adhesivos y colocarlos. Y lo segundo es imposible para la mayoría de las empresas ya que las alquiladoras están modificando continuamente sus flotas por el flujo de clientes que alquilan un automóvil en un punto y lo devuelven en una ciudad diferente.

La obligación de tener un porcentaje fijo de vehículos de un tipo es igualmente imposible de determinar para las grandes empresas de este sector que mueven sus flotas de localización en función de la demanda. Es fácil de entender que el número de coches de alquiler en Baleares no puede ser el mismo en agosto que en diciembre.

Estiman los empresarios del sector que, en todo caso, debería medirse el nivel de emisiones total de las flotas, sin discriminar el tipo de combustible que emplee cada vehículo.

Fuente: La Razón