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La cumbre climática de Catalunya concluye sin resultados tangibles

La cumbre catalana de acción climática ha concluido sin resultados tangibles. Unas 1.000 personas han asistido a este encuentro celebrado en el Teatre Nacional de Catalunya. La reunión (durante la mañana) se presentaba como el punto final de una serie de 12 sesiones de trabajo en las que el Govern había pedido a unas 200 empresas e instituciones sociales una mayor implicación para mitigar los efectos del cambio climático.

La idea central era invitarlas a que promuevan planes para reducir las emisiones de CO2 y que fijen metas de descarbonización de sus procesos y actividades.

La jornada acabó con la presentación de un documento abierto, con un larguísimo listado de compromisos, al que las empresas pueden adherirse como una suscripción a la carta.

La exclusión de las oenegés en este proceso ha sido, por otra parte, muy criticada por estas entidades.

“No queremos centrifugar la responsabilidad del Govern hacia las empresas, sino que les pedimos un esfuerzo adicional, extra, para actuar con la celeridad que nos pide el ciudadano contra la crisis climática”, señaló esta semana el conseller de Territori i Sostenibilitat, Damià Calvet, al anunciar el sentido del encuentro. Todo esto complementa los planes voluntarios para reducir las emisiones de las empresas que de manera reglada gestiona la Generalitat.

El argumento esgrimido por Calvet es que el Govern ya ha venido tomando iniciativas para afrontar la crisis climática (ley de Canvi Climàtic, impuesto al CO2 de los coches, nuevo decreto sobre renovables…) y que, por lo tanto, se sentía con crédito para interpelar a las empresas y otros actores sociales: “¿qué más podéis hacer contra la crisis climática, más allá de lo que ya venís haciendo?”.

“El reto al que nos enfrentamos es de tal envergadura, que la solución no puede venir dada solo por el gobierno, sino que se requiere la implicación de toda la sociedad”, apuntalaba el argumento Marta Subirà, secretaria de Medi Ambient, consciente de este inusitado planteamiento.

El plato fuerte de la reunión era dar a conocer un documento con los compromisos generales y sectoriales que asumen las empresas y demás instituciones.

Sin embargo, este documento, que recoge un catálogo de posibles actuaciones, se ha difundido sin que se sepa quién firmará cada el compromiso en cada caso.

A partir de ahora serán las empresas las que deberán suscribirlo.

Algunas empresas y patronales consultadas indicaron que su perspectivas de acción viene dada por marcos legales y/estratégicos más amplios y, en ocasiones más precisos, con lo que mostraron cierto escepticismo sobre el método de participación escogido y el llamamiento a una acción voluntaria.

En la sesión de presentación tuvieron tres mesas de diálogo, en las que se agruparon intervenciones relativas al mundo local (con presencias de representantes de diversas administraciones locales), la innovación (con portavoces de empresas e instituciones) y ejemplos de acción relevantes (a cargo de otras empresas). Pero ni una oenegé

Críticas por no haber sido invitadas “las entidades que han puesto el cambio climático en la agenda política”

Por eso, las protestas en el exterior cobraron un importante protagonismo. Una cincuentena de personas de la Xarxa d’Entitats Climàtiques, que engloba a diferentes entidades de lucha contra el cambio climático, se concentraron ante el TNC para protestar por lo que juzgan inacción de las administraciones frente a cambio climática y su exclusión en estos debates.

Uno de sus portavoces, Álex Guillamon, lamentó que se afronte una cumbre catalana sobre el clima “sin invitar a las entidades que han puesto el cambio climático en la agenda política”, mientras que otra portavoz, María Serra, ha remarcado que no les silenciarán.

Las entidades corearon consignas como Justicia Climática ya y reclamaron que Catalunya adopte las metas que reclaman los científicos de Naciones Unidas.

Las protestas

La Xarxa d’Entitats Climàtiques ha propuesto once medidas urgentes a la Generalitat para hacer frente al cambio climático, como detener las ampliaciones del puerto y del aeropuerto o la aplicación de una tasa anticontaminación para entrar en vehículo privado con baja ocupación en la Zona de Bajas Emisiones de Barcelona.

También demandan implementar el artículo de la ley de cambio climático para reducir el consumo final de energía un 32,5%, la prohibición de plásticos de un solo uso, una ley de reducción de residuos, garantizar la gestión pública del agua o revisar el currículum escolar para afrontar el estado de emergencia climática.

Los movimientos por la justicia climática piden una reducción de las emisiones del 7,6% anual en línea con las metas de la ONU para detener el aumento de temperaturas a 1,5ºC (respecto a las de la época preindustrial). Esto permitirá encauzar la senda para lograr una reducción del 55% de emisiones en 2030, tal como reclama la comunidad científica.

Tanto el conseller como la secretaria de Medi Ambient, Marta Subirà, insistieron en que esta cumbre no es el final de un proceso, pues tendrá continuidad.

Para Marta Subirà, los compromisos de las empresas e instituciones podrán ser evaluados en el futuro a través de ese seguimiento.

Compromisos sobre la mesa

El documento sometido a consideración de las empresas establece el compromiso de alcanzar la neutralidad de carbono en el 2050 y presentar en un plazo inferior a un año una hoja de ruta para lograr esa meta con un plan detallado y cuantificad de reducción de emisiones.

Otro de los compromisos es calcular anualmente sus emisiones, publicar las inversiones para reducir la huella de carbono y presentar un informe sobre su comportamiento climático.

Carácter voluntario

La Generalitat ha fijado una serie de compromisos para que las empresas e instituciones los adopten en función de sus capacidades

La mejora de la eficiencia energética, contratar suministro eléctrico de origen renovable o buscar un autoconsumo de fuentes renovables de al menos un 35% en un plazo de diez años son otros de los puntos recogidos. La reducción del impacto climático de la movilidad también pasa por renovar la flota de vehículos por otros de emisión cero, redactar planes de desplazamiento de su personal para beneficiar el transporte público o planes de teletrabajo y reuniones telemáticas.

A todo esto, se une una serie de compromisos sectoriales; por ejemplo, a las administraciones locales se les propone sumarse a la declaración de emergencia climática, incorporar estos criterios en la planificación urbanística, revisar y adaptar ordenanzas y adecuar sus presupuestos a la prioridad de la situación climática.

El documento es ahora una plantilla abierta a la firma de las empresas

Se buscaba que la jornada no fuera el escenario de un mero gesto voluntarista, sino que se convirtiera en un “acta notarial” que posibilite hacer ese seguimiento posterior de los compromisos adquiridos. Pero por ahora es un acta notarial sin firma. No hay aún disponible una lista con las empresas que asumen estos compromisos.

La lista de metas o buenos propósitos (a los que las empresas e instituciones se podrán sumar mediante una adhesión firmando un formulario) serán, pues, asumidas en función de lo que les parezca más conveniente y de sus capacidades. Esa plantilla deberá empezar a rellenarse a partir de la semana que viene.

Quim Torra

El presidente de la Generalitat, Quim Torra, abogó por que Catalunya lidere la acción para luchar contra el cambio climático y sostuvo que si Catalunya fuera independiente podría combatir con mejores y más eficaces instrumentos la crisis climática.

Torra ha asegurado que no es tiempo de declaraciones, sino que es necesaria una “acción” como demandan los jóvenes.

Sus argumentos fueron que la emergencia climática interpela a toda la sociedad, y que de la mima manera que Catalunya ha tenido “capacidad de liderar revoluciones en el pasado”, también puede liderar la acción climática”.

Torra apunta que si Catalunya fuera independiente le sería más fácil combatir la crisis climática y sostiene que esa meta exige “sacrificios de todos”

Ha subrayado que a las instituciones les cuesta desmarcarse de inercias, pero que es necesario superarlas, por lo que ha abogado por “un cambio cultural radical” como exige el momento actual. Torra ha dicho que trabajar en la acción climática y la mitigación del cambio climático será necesario “sacrificios de todos”, pero que la única manera de abordar una situación como la climática es hacerlo de forma conjunta.

El conseller de Territori, Damià Calvet, se mostró autocrítico y dijo que reunirá en un próximo encuentro a las entidades que ahora no han sido consultadas.

Después de que el representante de la Comisión Europea en Barcelona, Ferran Taradellas, explicara que Europa quiere ser puntera en la descarbonización y en la revolución industrial verde, Calvet ha asegurado que asumirá el ‘green deal’ como Govern.

Janet Sanz y Eloi Badia

“No es el momento de hacer diagnósticos, es el momento de actuar”, subrayó la segunda teniente de alcalde de Barcelona, Janet Sanz.

La edil ha abogado por consensuar “acciones concretas a corto plazo” y ha instado a las grandes infraestructuras como el aeropuerto Josep Tarradellas y el puerto de la capital catalana a que impulsen planes concretos para reducir las emisiones contaminantes.

En la misma línea, el vicepresidente del Área Metropolitana de Barcelona (AMB), Eloi Badia, ha alertado que “lo peor que podemos hacer es no hacer nada” porque ello “nos llevará directamente al abismo”, y ha pedido “un cambio” radical para gestionar la crisis climática. “Ahora toca poner en alarma y alerta todos los planteamientos que tenemos”, ha dicho.

El presidente delegado del área de Acción Climática de la Diputación de Barcelona, Xesco Gomar, ha resaltado el papel de los jóvenes que integran Fridays For Future: “Nos han dado una lección, nos han puesto en la dirección en la que tenemos que caminar y, si no hacemos nada, seremos corresponsables”.

“Objetivos alcanzables”

La presidenta del Port de Barcelona, Mercè Conesa, afirma que esta infraestructura solo puede hacerse responsable de la huella ecológica del interior del recinto portuario.

“Pedimos objetivos que sean alcanzables porque si no, se puede generar frustración y ua esperanza muerta”, ha señalado.

Conesa ha recalcado que sólo puede atribuirse al Port la responsabilidad por la huella de carbono sobre el ámbito en que puede actuar. “Si atribuimos al Puerto de Barcelona las emisiones de toda la cadena logística, éste podrá incidir poco porque sólo puede actuar en aguas abrigadas y en lo que ocurre dentro de su territorio”, ha señalado

El Puerto de Barcelona supone el 7,6 % de las emisiones de la ciudad, dijo.

Mercè Conesa dice que no se le puede imputar al Port de Barcelona la responsabilidad de todas las emisiones de de CO2 de la cadena logística

Conesa contestaba así al Ayuntamiento de la capital catalana, al que acusó de “manipular” los datos de emisiones de CO2 de la actividad portuaria y defendió que las cifras aportadas por el consistorio estaban “muy lejos” de la realidad.

Datos contradictorios

Según la infraestructura, las emisiones directas e indirectas de CO2 de la actividad portuaria representan unas 315.000 toneladas anuales, mientras que el Ayuntamiento las cifró en más de 5,3 millones de toneladas al incluir también las emisiones de todas las cadenas logísticas y de transporte internacionales donde intervienen barcos que han hecho escala en el puerto en un año. La presidenta de la entidad ha solicitado, por tanto, que “se mida exactamente cuál es la huella y las emisiones del Puerto” para que, entre todas las administraciones, se llegue a un consenso sobre “cuál es el escenario con el que podemos trabajar mejor”.

“Acotemos bien las emisiones de la propia infraestructura e incentivémosla a trabajar para consensuar objetivos concretos”, ha insistido.

El Port de Barcelona trabaja en la meta de reducir el 50 % de las emisiones de CO2 hasta 2030 a través de un plan de electrificación de los muelles

Asimismo, ha recordado que el Puerto trabaja con la meta de reducir el 50 % de las emisiones de CO2 hasta 2030 a través de un plan de electrificación que comenzarán a desplegar este año para que todos los barcos que atraquen en la infraestructura tengan la obligación de estar “enchufados”.

Por su parte, la delegada de Medio Ambiente de la Diputación de Girona, Anna Barnadas, ha apelado al sector privado para que colabore con las administraciones públicas en este objetivo, mientras que la diputada de Medio Ambiente de la Diputación de Tarragona, Eva Mata, ha cuestionado el impuesto sobre los contaminantes. “El ‘quien contamina, paga’ es también abrir una brecha social y esto puede convertirse en una problemática importante”, alertó de manera sorprendente.

Por otro lado, el vicepresidente primero de la Diputación de Lleida, Jordi Latorre, ha puesto énfasis en la economía circular y en la importancia de consumir productos de kilómetro cero”. Finalmente, el presidente de la Asociación Catalana de Municipios, Lluís Soler, y la vicepresidenta de la Federació de Municipis de Catalunya, Montserrat Candini, han prometido reforzar el trabajo conjunto y la difusión de buenas prácticas.

Otras voces críticas

Otros sectores, desde fuera de la conferencia, censuraron la cumbre.

“Este es un acto de país que inexplicablemente excluye a las organizaciones del tercer sector ambiental. Es un hecho inaudito en este tipo de convocatorias sociales en Europa. Esta decisión sólo se entiende con la actitud del consejero Calvet, poco propenso al debate con los movimientos socioambientales críticos”, señala el ambientólogo Manel Cunill.

Manel Cunill, ambientólogo

“Me parece que ha sido un acto de menosprecio a los jóvenes que han llenado las plazas muchos viernes del año

“El Departament de Territori se muestra más preocupado en acelerar las grandes infraestructuras viarias como el Cuarto Cinturón, en convivencia con el Gobierno español, que en las políticas firmes de mitigación y adaptación al cambio climático”, dice Cunill.

“Me parece que ha sido un acto de menosprecio a los movimientos sociales de jóvenes que han llenado las plazas muchos viernes del año. Muy probablemente sólo saldremos adelante si las políticas ambientales no se supeditan a otros intereses. Es urgente una estructura política, propia y transversal, como una vicepresidencia del gobierno catalán para las políticas ambientales”, señala.

El vicepresidente de Movilitat, Transport i Sostenibilidad de la AMB, Antoni Poveda (PSC), reclamó al Gpvern que “vaya más allá”, porque “hoy no se ha hecho ninguna nueva propuesta concreta para hacer frente a la acción climática. Hay una clara falta de acción por parte del gobierno”, sostiene.

Antoni Poveda

“Hoy no se ha hecho ninguna nueva propuesta concreta para hacer frente a la acción climática”

“De estas grandes escenificaciones institucionales que se han hecho hasta ahora, como las dos celebradas en Pedralbes, sólo hemos cumplido los compromisos pactados las administraciones locales” declaró. “Necesitamos urgentemente que la Generalidad de Catalunya avance con medidas reales, concretas y obligatorias contra la crisis climática”, reclamó Poveda.

La AMB también recuerda a la Generalitat que están pendientes de mejoras los servicios de cercanías y regionales, la ampliación de la red de tranvía, la implantación de la T-movilidad, la renovación de la de flota de buses interurbanos altamente contaminantes, la construcción de los carriles bus-VAO y de grandes park & ride , así como la implantación de intercambiadores de transporte en los accesos a Barcelona.

Fuente: La Vanguardia